Cardo en crema de almendras

El cardo se ha integrado en mi cocina de tal manera que no me lo puedo quitar ni con agua caliente, ya sabéis que siempre recomiendo comprarlo congelado o en conserva, a lo mejor si tuviera que quitar las hebras, trocearlo, ponerme las manos negras, etc., me lo pensaba dos veces pero con las comodidades que tenemos en la actualidad ni lo pienso.

Las almendras he descubierto que le van fenomenal, tanto para hacerle un salsa como para ponerlas un poco tostadas y por encima. La próxima vez haré la misma receta pero con piñones, si estáis dispuesto podemos echar carreras para ver quien hace antes la variación.

Elaboración:

Si el cardo es congelado cocedlo según las indicaciones del paquete, si es de bote escurridlo y en ambos casos reservad una taza de caldo.

Coced los huevos durante 10 minutos según tengáis por costumbre, una vez atemperados peladlos y partidlos en 4 trozos cada uno.

Ponemos al fuego una sartén grande (donde nos quepa el cardo) con 1 cucharada de mantequilla y la misma cantidad de aceite, antes de que humee incorporamos la cebolla finamente picada, bajamos el fuego lo dejamos pochar lentamente.

Cuando la cebolla esté transparente añadimos la harina y a continuación el vino blanco, dejamos que evapore el alcohol, e incorporamos el caldo poco a poco y sin dejar de remover para que no se hagan grumos.

Ahora les toca el turno a las almendras molidas y la nuez moscada, incorporamos primero las almendras, poco a poco y sin dejar de mover, espolvoreamos con un poco de nuez moscada, si está demasiado espesa, añadimos un poco más de caldo, ésta debe ser una crema ligera.

Añadimos las pencas de cardo y lo dejamos cocer todo junto y a fuego muy lento, 4 o 5 minutos, probamos el punto de sal y, si es necesario rectificamos.

Lo servimos en una fuente adornada con los huevos cocidos.

Sugerencias útiles:

Las Almendras a utilizar deberían ser crudas y la calidad marcona, pero no siempre se encuentran, de modo que, al menos que sean crudas, aunque para gustos los colores y, si encontráis que son más sabrosas tostadas con sal,  pues sea.

Esta crema se puede hacer también, con bebida de almendras o leche normal, pero a mí me parece más ligera de esta forma. Aunque podéis probar,  también está rica.

El vino a utilizar, mejor un blanco suave, pero eso queda para el gusto de cada uno, en cuanto a la cantidad la podéis reducir o aumentar, también a vuestro gusto.

Y si os gusta la crema muy fina, después de que haya cocido su tiempo, la podéis pasar por un pasapurés,  en este caso, lo prefiero  a la minipimer.